jueves, 15 de mayo de 2014

España de aquella época

El tiempo que le tocó vivir a Quevedo, finales del siglo XVI, mediados del XVII, fue el de la decadencia de España; Quevedo fué testigo de la implacable descomposición de España. La situación política en la España de entonces, cuya gobernación dejada en manos de validos incompetentes y corruptos, “Para evitar ser ahorcado, el mayor ladrón de España se vistió de colorado” decían las coplas de la época, refieriéndose al Duque de Lerma) se parece a esos edificios que amenazan ruina y que se sostienen gracias a un apuntalamiento que los mantiene en pie, de forma precaria.
 La Guerra de los treinta años, 1618, eleva a Francia a primera potencia europea, la escisión de Portugal, la revuelta de Cataluña, todos estos sucesos, que se producen ó se generan en esa época son los que hacen que brote en Quevedo el profundo pesimismo que le invade y que encontrará expresión en su crítica mordaz, en su reflexión política y en su meditación religiosa.

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